lunes, 8 de abril de 2013

AUSENCIA






AUSENCIA
Estoy sentado en un sillón
frente a la ventana,
el rumor de la lluvia serena mi espíritu
y miro las cumbres
con cierta nostalgia.
Tu ausencia resuena en mi interior
como eco de una canción lejana
y me envuelve en una nube
densa de melancolía,
pero movido por latidos de esperanza
mi corazón no descansará
hasta verte aparecer
por el umbral de mi puerta.
Mis ojos quieren verte,
mi alma ansía tu presencia
Fotoy siempre pienso que vas a aparecer
entre la multitud.

Al final caigo dormido
y con la levedad de un pez
comienzo a moverme en el lago
profundo de los sueños;
de pronto tú apareces
con esa sonrisa que ilumina tu cara
y me traes el verdor de aquellos años
sembrados de canciones y de risas,
de ilusiones y de flores
y de bellos proyectos de futuro.
Voy a pedirte que te quedes,
que nunca te vayas de mi casa,
pero mi sueño se rompe,
estrepitosamente, por el trueno
que preludia el fragor de la tormenta.
Siento frío, bostezo
y, al continuar mi tarea diaria,
enredado por el sueño,
el recuerdo y la añoranza
me pregunto quién se siente
más solo tras la despedida,
el que se queda
o el que se marcha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario